Sin duda el escritor estadounidense Stephen King es el sumo referente cuando se trata del terror. Sus obras han originado una reconversión de la literatura y han remodelado el séptimo arte con sus adaptaciones. Trabaja no solo con el concepto generalizado y comercial del miedo- elementos que rayan lo paranormal- sino que también juega con un terror más cotidiano. King evidencia el horror de situaciones diarias que pueden llegar a sufrir niños y adolescentes, como el acoso escolar.
Cuatro son las obras literarias que se enmarcan en un contexto de amplio trasfondo social caracterizado por el concepto del bullying. Dichas novelas han sido aclimatadas para su disfrute en la gran pantalla; más recientemente los remakes de las icónicas cintas de “IT” (2017) y “Carrie” (2013)
“IT” (Capitulo uno) cuenta las aventuras de siete leales amigos- “el club de los perdedores” compuesto y protagonizado por Sophia Lillis como Beverly Marsh, Chosen Jacobs como Mike Hanlon, Wyatt Oleff como Stanley Uris, Jack Grazer como Eddie Kaspbrack, Jeremy Ray Taylor como Ben Hanscom, Jaeden Lieberher como Bill Denbrough y Finn Wolfhard como Richie Tozier - que son atemorizados por un malévolo ente que se alimenta de carne humana y miedo, al mismo tiempo que por los abusones del pueblo de Derry. Al final, entre todos, consiguen, o eso piensan, vencer a sus antagonistas. Es decir, la amistad y la unión frente a las amenazas es una infalible arma.
Tráiler de la película IT (2017) publicado por Warner Bros. Pictures España productora Lin Pictures, New Line Cinema (Warner Bros.)
Por otro lado, “Carrie” narra la historia de la adolescente Carrie White, la última vez interpretada por Cloë Grace Morezt, que vive amedrentada por sus compañeros de clase y bajo los cuidados sobreprotectores de una madre de gran fanatismo religioso. A medida que avanza la historia, descubrirá sus habilidades telequinéticas dominadas por su furia interna, la cual acabará explotando en el baile de fin de curso.
Si bien la obra fue escrita y reproducida por primera vez en los años 70, se puede observar que los comportamientos de intimidación son semejantes. Es más, al encontrarse ambientada en la sociedad actual, se utilizan las nuevas tecnologías como una expansión hacia el ciberacoso.
Tráiler de la película Carrie (2013) publicado por el usuario TusTrailersHD Productora Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) / Screen Gems
Analizando ambas se llega a la conclusión de que el bullying está muy radicado en las escuelas e institutos. El retrato de ello que recrea Stephen King puede que estuviera adelantado a su tiempo, que fueran pautas de conductas arraigadas o que le diera voz a lo encubierto con el silencio de testigos, víctimas y acosadores. La consecuencia es la misma: supervivencia ante los fuertes.
¿APOLOGÍA O CRÍTICA?
Es obvio que Stephen King enjuicia el abuso escolar. Aporta un marco de comportamiento y cualidades, lo que implica una facilitación de reconocimiento fuera de la realidad cinematográfica. Las víctimas se sitúan en un perfil psicológico de inseguridad. Poseen aptitudes consideradas “defectos”; Carrie es una chica introvertida, no considerada atractiva, callada, mientras que los miembros de “el club de los perdedores” poseen otras taras relacionadas con problemas de salud, como el sobrepeso, la tartamudez o el asma, o son dañados por prejuicios sociales relacionados con el racismo. Solución de ello sería potenciar la autoestima del afectado, abriendo su mente hacia la aceptación de sí mismo.
Hay que ser conscientes de las realidades familiares de abusado y abusador, tener en cuenta las circunstancias a título personal. El entorno doméstico influye en la construcción de la personalidad. Si este es conflictivo tendrá repercusiones nocivas. Por consiguiente, es primordial castigar la indiferencia cuando se produce una situación de acoso. Tanto de los progenitores como del profesorado, compañeros u otras personas cercanas. Al igual son de suma importancia las campañas de prevención para concienciar de las implicaciones y la irrebatible carrera a contrarreloj del tiempo.
Bien, ahora el debate se centra en si conviene mostrar las macabras escenas. De manera explícita, en los dos largometrajes aparece dicho maltrato- en “IT” uno de los acosadores graba su nombre con una navaja en la piel de otro chico-. Pero, es de recordatorio que en el cine de terror, por cuantiosa crítica social que manifieste, es necesario el horror, el miedo, el gore. Y es por ello que no están recomendadas para un público en franjas de edad muy influenciables.
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA:
Una vida dedicada al terror
El escritor y maestro del horror y del suspense, Stephen King, nació el 21 de septiembre de 1947 y es nativo de Portland (Maine, Estados Unidos). Según él, trabaja ocho horas diarias, cuatro dedicadas a escribir y otras cuatro dedicadas a leer. Gracias a ese ritual, ha labrado su escritura en un consistente estilo propio, muy detallista e informal.
Gran parte de su trayectoria literaria ha estado enfocada a la creación de novelas y relatos de terror. Dicha carrera en el bello arte de la retórica ha conseguido que sus obras coronen las listas de los superventas. Incluso en el año 2003 fue galardonado con el National Book Award y en el año 2015 con la Medalla Nacional de las Artes por el gobierno estadounidense.
A muy temprana edad comenzó sus primeros escritos, pero no fue hasta 1974 que publicó su primera novela: Carrie. Tan solo dos años más tarde, sus lectores pudieron disfrutar de la joven Carrie White y de su inquietante historia en la gran pantalla. La escena del baile, casi medio siglo después, sigue siendo una secuencia icónica del género.
Fue a partir de entonces cuando el séptimo arte abrió sus puertas a los mundos sombríos de King. En la actualidad son 68 las adaptaciones existentes, entre las que se encuentran grandes clásicos como El resplandor (1980), Christine (1983) o Los chicos del Maíz (1984). Eminentes cintas que han consolidado e influenciado el concepto del suspense y el miedo.
Stephen King fue, es y será el rey del terror.
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